En el quinto mes del año la mayoría de las frutas y verduras más consumidas por los argentinos experimentaron subas en los precios. La estacionalidad y la condición perecedera de estos alimentos genera variaciones de forma constante en la cotización, que no pudo escapar a la suba sostenida en bienes y productos que impacta al país.
El tomate exhibió el aumento más notorio, calculado en un 21% mensual por Alimentos Frescos Argentinos (ALFA). La cotización fue en alza debido a la transición de zonas abastecedoras: terminó la temporada en Buenos Aires y empezaron a llegar lotes desde Salta, Jujuy y Corrientes, lo que supuso mayores costos en transporte. De esta forma, el precio mayorista se situó en $89.
La papa aumentó su precio un 8% en relación al mes de abril, cuando cotizaba a $29 al por mayor. El tubérculo sufrió irregularidades en el abastecimiento debido a condiciones climáticas desfavorables, que empujaron el precio mayorista hasta los $31. Sin embargo, experimentó una baja leve en sus valores constantes.
Fuente: Revista Internos.